Monday, November 06, 2006

La hora de la verdad

Ya sé, una y otra vez te dijiste que no iba a pasar más, pero pasó. Otra vez.
Después de cada vez que te lo prometes te sentís mas valiente, como un general antes de una batalla, listo para enfrentar cualquier bicho que se te cruce.
Pero a la hora de la verdad el clima es diferente, todo se confabula para jugar en tu contra. Ya no sentís la misma valentía que cuando te dabas ánimo y prometías no volver a caer. No, a la hora de la verdad estás solo. Es un duelo: sos vos contra él, pero en su cancha. Es en esa intimidad donde él usa un lenguaje íntimo casi de amigos, que sólo ustedes manejan; un lenguaje donde él es el que toma la sartén por el mango como diciendo –dale, sabés que no es cierto, sabés que no me vas a dejar…dale, uno más, el último- y a veces ni eso, a veces simplemente pasás como si nunca te hubieras despedido, y el te recibe con una sonrisa como si nunca te hubieras ido, mientras te sirve más de lo mismo porque ya te conoce. Nada más llegás y ocupás tu lugar lo más rápido que podés, tratando de que él no se de cuenta de que te ganó, tratando de que no se la crea, de que pase por alto el cobro de la apuesta.
A veces te atrevés, lo mirás con fiereza y le lanzás un "si quiero te dejo", y a acaso a veces él también te mira con un poco de miedo, como para hacerte creer que te respeta, cuando en realidad por dentro y con tono irónico te retruca un "claro que sí"…y es que a veces te permite esas licencias, porque sabe bien que si hay algo que no se discute es quien manda.

Ahora sí, chau.

No comments: